divendres, 30 d’agost del 2013

Reencuentros - 32

32

Tal y como habíamos acordado, Lena y yo dedicamos esa noche a hacer su maleta; y a la mañana siguiente, a las 9, ella vino a mi casa e hicimos la mía.
A la una del mediodía fuimos a casa de Louis y picamos al timbre.
- Aquí Capitán L. a su servicio.
- Hola, soldado H. a disposar.
- ¿Se encuentra con usted la soldado L.?
- Afirmativo. ¿Y el Capitán H.? -dice Lena.
- Se encuentra en mi presencia. Pasen a la base, soldados -responde Lou abriendo la puerta.
Corro hacia él y me tiro a sus brazos.
- Eh, el código prohíbe el afecto entre soldados -sale Harry.
- A la mierda el código -dice Louis mientras me besa.
Cogen sus maletas y salimos a fuera.
- ¿Estáis listas, chicas y Harry?
- Sí, esto... Louis, ¿está tu madre en casa? -le pregunto- Me gustaría despedirme de ella.
- No lo sé, mira si está haciendo desayuno.
Entré en la casa y corrí hasta la cocina.
Jay estaba haciendo bacon en la paella.
- ¡Jay!
- ¡Hannah! Espera un momento, cariño, que saco esto.
Dejó el bacon en un plato, vino hacia mí y me abrazó.
- Que vaya muy bien en Londres. Cuida bien de mi bicho, ¿eh?
- Lo haré, y lo sabes -le sonreí.
- Claro. Confío en ti. Ah, espera un momento.
Obedecí y Jay salió corriendo de la cocina. Medio minuto más tarde volvió con un paquete embolicado con papel de regalo.
- Esto es nuestro regalo de cumpleaños y Navidad. Me harías un favor muy grande si pudieras...
- ... ¿Dárselo? -asintió con la cabeza y cogí el paquete-. Claro. ¿Puedo saber qué es?
- Ya lo verás -me sonrió.
Guardé el paquete en mi maleta, me despedí de Jay con dos besos y volví a fuera. Un coche negro estaba esperando aparcado en la acera, y Louis estaba de pie delante.
- Hann, dame la maleta.
Lo hice y él la guardó en el maletero. Luego abrió la puerta y dijo:
- Las damas primero.
- Entonces deberías entrar tú antes -me reí-. Es broma, tonto -le di un beso y entré en el coche.


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Diez minutos más tarde llegamos al aeropuerto.En lugar de ir a facturar maletas, nos dirigimos a la cafetería.
- ¿Dónde vamos? -pregunté.
- A reunirnos con Niall y Andrew, luego facturamos y cogemos el vuelo.
Cuando llegamos a la cafetería, la pareja irlandesa ya estaba ahí.
Niall iba con una camiseta de manga larga blanca de mangas marrones con un estampado en el que ponía "A Hard Day Night" que me llamó la atención, pero sin embargo, no pude evitar fijarme más en ella. 
Andrew tenía unos ojos de un color marrón café cautivador y el pelo ligeramente rizado, de un color marrón oscuro, le caía por encima de las espaldas llegándole casi a la cadera, adornando su cara bronceada de facciones agradables y bien dibujadas.
Me fijé en que sus hoyuelos tenían unas marcas que indicaban que siempre estaba sonriendo. Pero lo que más me llamó la atención en ella fue la manera en cómo miraba a Niall: era una mezcla de respeto, admiración y cariño. Sus ojos irradiaban amor.
- ¡Niall! -gritó Louis en cuando los vio.
Niall y Andrew se levantaron y vinieron hacia nosotros.
Los chicos chocaron los puños mientras nosotras nos lo mirábamos. Noté que Andrew me miraba y sonreía, así que la miré yo también y le devolví la sonrisa.
- Niall, esta es Hannah, mi novia -le di dos besos a Niall- Esta es Lena, la novia de Harry -ella también lo hizo- Y este es Harry.
- Eh, a ti ya te conozco. Para ti no hay beso -dijo Niall apartándose de Harry.
Harry puso cara triste y todos nos reímos.
- ¿Y tú debes ser Andrew, no? -le sonreí.
- Sí, soy la... Bueno, amiga de Niall -respondió ella con voz dulce.
- Amiga? Eres mi princesa -le dijo él y se besaron.
- Aaaw, qué monos! -gritó Louis-. Siento interrumpiros, pero deberíamos ir tirando.
Me presenté a Andrew con un abrazo y dos besos y luego fuimos a embarcar.

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A las 2:03 del mediodía, estábamos los 6 sentados en el avión Doncaster - Londres esperando para despegar.
Me acurruqué en la sudadera de Louis y cerré los ojos, mientras él me acariciaba el pelo, dispuesta a descansar un rato antes de llegar a la gran ciudad:
Londres.

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