dimarts, 13 d’agost del 2013

Reencuentros - 22

22

7 de marzo 2010, Doncaster

Estás sentada en el suelo de hierba de Kilway Hill. Louis está tumbado a tu lado, con la cabeza en tu regazo y mirando al cielo. Observas sus ojos. Esos preciosos ojos azul claro que te han captivado tantas veces. Miras su sonrisa. Esa sonrisa de niño travieso que tan dulce te parece.
-          Me gustaría volar –dice, con su voz añiñada y llena de ternura.
-          ¿Y eso? –le respondes lentamente.
-          La sensación de estar por encima de todo, de que nada te puede aturar. El placer de sentirte libre…
Su mente está llena de sueños, sueños que está seguro que va a cumplir.
-          Bueno –le dices-, de momento tendrás que conformarte con tenerme a mí.
-          No insinuaba eso –te responde, mirándote a los ojos-. Ni el placer de volar puede superar el placer de tenerte a ti.
Agachas la cabeza y os fundís en un beso. Saboreas esos labios, esos labios que ya has besado tantas veces antes. Es un beso largo y dulce. Louis, sin dejar de besarte, se incorpora y se queda a tu lado sentado, te rodea con los brazos y tú le devuelves el abrazo.
Unos veinte segundos más tarde, aunque a ti te parece que hayan pasado horas, os separáis y apoyas la cabeza en su hombro.
-          Te amo, Hannah –dice, saboreando cada palabra.
-          Yo también te amo, Lou –le respondes, y le das un beso corto en los labios.
Os pasáis unos minutos juntos, sin decir nada. Tienes ganas de escuchar su voz.
-          Canta –le dices-. Canta para mí, por favor…
-          Para ti, lo que quieras.
Y se pone a cantar. Canta Hey There Delilah, vuestra canción, vuestro himno. Entona las notas con mucha suavidad, sin dejar de mirarte a los ojos. Te lo miras fascinada, sonriente.
-     Me encanta esta canción –le dices-, pero más si sale de tu boca.
Te sonríe y os besáis otra vez.
-         Hannah, tengo que decirte una cosa… -te dice con tono preocupado.
-        Dime –le respondes, mirándolo a los ojos.
-        Me han… aceptado la solicitud para presentarme a las audiciones de X-Factor.
Te quedas con los ojos abiertos. Lo había conseguido. Tu novio había conseguido una audición en X-Factor.
-        Eso es… Increíble –le dices- . Felicidades.
-        Gracias. La verdad es que me hace mucha ilusión –te responde, alzando la vista al cielo-. Pero hay un problema.
-        ¿Cuál? ¿Pasa algo?
-     Sigue mirando al cielo nublado. No te responde.
-        ¿Lou?
Gira la cabeza hacia ti y te sigue mirando.
-        ¡¿Qué pasa?!

--
Abro los ojos.
Mi habitación está sumida en la negror absoluta.
Estoy empapada en sudor y mi cuerpo aún está temblando.

Vuelvo a cerrar los ojos, deseando sumirme en un sueño tranquilo y sin agitaciones.

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada