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“23 de Diciembre.
Sólo seis días más, Hannah, sólo seis días más.”
Haciendo un esfuerzo
monumental, me levanto de la cama y voy a la cocina.
Saco la caja de cereales
del armario y me lleno un bol. Me los como sentada encima de la mesa de la
cocina.
Me ducho, me visto,
me peino y me arreglo.
Cojo todas mis cosas, las meto en el bolso y salgo de
casa.
Me paro en un
Starbucks y pido el cappuccino de
siempre. Me lo bebo de camino a la oficina.
Entro, subo las
escaleras, ficho, voy a mi escritorio. Dejo las cosas en el perchero, enciendo
el ordenador, saco el archivador y me pongo a trabajar.
Las horas de trabajo
se pasan lentas. No os imagináis lo que es tener que hacer lo mismo todos los
días. A veces tengo algún encargo más importante, como ahora, comprar material
para la oficina. Pero eso es todo. Lo
demás es, clasificar facturas, archivarlas en orden alfabético, pasar facturas,
calcular gastos, sumar impuestos y otras cosas por el estilo.
Son las 10:30 cuando
mi jefe, cómo todos los martes, entra en la oficina a ‘hacer una revisión’.
Da un par de vueltas,
comprueba que todo el mundo está haciendo su trabajo, y luego me ve a mí.
- ¡Hombre! Mirad a
quién tenemos aquí, ¡Hannah Malker!
Escondo mi cabeza
entre mis manos, pero a los segundos la levanto otra vez y le sonrío a mi jefe.
- ¿Cómo estás? ¿Bien?
- Sí, todo bien.
- Me alegro de que te
hayas recuperado. ¡Eh! –grita, girándose hacia la resta de la oficina- Todo el
mundo, ¡un aplauso para Hannah!
Todo el mundo aplaude
mientras vitorea y ríe, y yo entierro mi cabeza encima del teclado, muerta de vergüenza.
Cuando mi jefe se ha
ido, la gente se sienta otra vez en sus sitios.
Miro hacia Andrea;
veo que me sonríe y levanta el pulgar en símbolo de aprobación.
- Más le vale haberse
recuperado –oigo que dice alguien, riendo por debajo la nariz.
Miro a la chica que ha
dicho eso. Kimberly, cómo no.
Ella también se gira
hacia mí. Kimberly tiene el pelo de un marrón caoba, los ojos marrones y una
nariz de gancho que a mí me recuerda al de una bruja, aunque no es fea.
- ¿Qué pasa, Malker?
- ¿Puedes repetir lo
que has dicho?
- Que más te vale
haberte recuperado en cuatro meses, chica. ¿Cuatro meses para recuperarte de un
accidente? Vamos –dice, haciendo un gesto despectivo con la mano-. Puede que
hayas conseguido engañar al jefe, pero yo no soy tonta.
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ME MUERO DE SUEÑOOOOO. Mañana subo la parte II :3
-Anna'xx
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