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You &
I, we don’t wanna be like them.
We can take
it to the end, with nothing in between. You & I.
YOU AND I –
One Direction
- Hannah. ¿Hannah?
Abrí los ojos y vi un par de ojos azules y algunos mechones
rubios-azul turquesa delante de mí.
- ¿Dónde estoy? –pregunté, dormida.
- Te has quedado dormida en el sofá. Son las 2:02AM. Acabo
de llegar a casa –contestó Coco.
- Estoy muy cansada… –susurré.
- No lo dudo. Pero, mejor te vas a la cama, ¿no crees?
Asentí. Me levanté y Coco me acompañó a mi habitación.
Llamé. Nadie contestó, así que abrí la puerta.
Lena no estaba dentro. Estaría durmiendo en la habitación de
Harry, aunque él no estuviera.
- Gracias, Coco –le dije.
- De nada –sonrió.
Me hizo adiós con la mano y se fue. Me metí en mi habitación.
Aún estaba vestida de calle, así que me quité la sudadera y
las botas.
Bajé la vista y me miré a mi misma. Jersey y leggins. Estaba
bien.
Me metí en la cama y me cubrí con las sábanas.
“Quizá Coco no es tan rara, después de todo” pensé.
Pero luego descubrí que, sí, Coco era tan rara después de
todo.
Como en la historia del árbol del jardín.
¿Que qué paso con el árbol del jardín?
Bueno, supongo que eso es otra historia que contar.
¡Ah, no! ¡Esperad!
Eso sucedió esa misma tarde.
Vale, entonces vamos con la historia del árbol del jardín.
--
La tarde del 16 de Enero, Lena, Andrew, Danielle, Perrie y
yo fuimos a la bolera juntas.
Aunque invitamos a Coco a venir con nosotras, ella prefirió
no hacerlo.
Nos preguntó si podía traer a dos amigos a casa para hacer
un trabajo para la Escuela.
- Obviamente, sí –fue nuestra respuesta.
- Pero con una condición –añadió Danielle-, que lo dejéis
todo tan limpio como os lo habéis encontrado, ¿sí?
- Prometo no dejar ningún rastro de lo que hagamos –dijo
Coco, con la mano levantada.
Y cumplió. No dejó ningún rastro.
Hacia las 4:30 nos fuimos. Cogimos un taxi y Perrie nos
llevó a una bolera conocida de Londres.
Pagamos las tandas y jugamos.
Ganaron Lena y Perrie; quedaron empatadas a puntos, pero eso
no hizo que se pusieran a bailar a saber qué baile cuando ganaron la
partida.
Andrew, Danielle y yo nos quedamos con ganas de venganza así
que decidimos jugar otra ronda.
Esta vez, ganó Perrie sola.
Yo quedé última, cómo no. Nunca he sabido jugar a los bolos.
Nos fuimos a la cafetería del local y tomamos algo mientras
hablábamos y reíamos.
Sobre las siete salimos de la bolera y decidimos dar una
vuelta por las calles de Londres a pie antes de irnos a casa. Nos paramos en…
Ah, sí. La historia del árbol.
Bueno, que estuvimos paseando y a las 8 de la tarde, cogimos
un taxi y volvimos a casa.
Dejé mi abrigo en el perchero y entré en el comedor.
- Chicas, ¿tenemos chocolate caliente?
- ¡En la nevera! –gritó Andrew.
Abrí la nevera y cogí el bote de chocolate caliente que
había en la puerta. Serví el medio bote que quedaba en un jarrón, y lo puse al
microondas un minuto para que se calentara: simple, pero eficaz.
Cogí el jarrón con el chocolate y cinco tazas, lo entré al
comedor y lo dejé encima de la mesa.
Me serví una taza la primera y me senté en el sofá. Miré a
través del gran ventanal el jardín.
Ese no era mi jardín.
- Oye –dije-. ¿No le veis algo raro al jardín?
Las chicas se lo miraron. No sabía en qué, pero había
cambiado.
- Está diferente –dijo Andrew.
- Le falta algo –apuntó Lena.
Dejé la taza de chocolate encima de la mesita y me levanté.
Nos acercamos al ventanal a mirar el jardín.
- Aquí hay algo que no cuadra –dijo Danielle.
- Este no es nuestro jardín –sentenció Perrie.
Sin embargo, sí lo era. Pero había cambiado. Había algo que
fallaba.
Lo repasé con la mirada: La portería de fútbol, la piscina,
la mesa de picnic, los columpios…
- Chicas –dijo Lena-. Falta el árbol.
¿El árbol?
- Es verdad. El árbol que había ahí –dije.
El árbol no estaba.
- ¿Qué demonios?
Salimos al jardín y nos acercamos.
Dónde había estado el árbol, el único árbol que tenía el
jardín, ahora había simplemente césped.
Ni troncos cortados, ni raíces, ni restas en el suelo.
Nada.
Simplemente, había desaparecido.
No estaba. Como si nunca hubiera existido.
- ¿Qué leches ha pasado aquí? –dijo Andrew, visiblemente
sorprendida.
- ¿CÓMO DEMONIOS HA PODIDO DESAPARECER UN ÁRBOL ENTERO?
–chilló Perrie.
- ¡Yo que sé! –grité.
- Entre nosotras, sólo puede haber una persona que haya
hecho esto –dijo Danielle-. Y creo que todas sabemos quién es.
- ¿Coco?
Danielle asintió.
- Pero, ¿¡porqué leches querría Coco cargarse el árbol?!
- ¡Hooola! –gritó Coco, entrando en la casa.
- ¡Coco! ¡VEN!
La chica vino al jardín con nosotras, y al ver el panorama echó a
reír.
- Coco. ¿Has sido tú? –le preguntó Andrew, seria.
Coco paró de reír, pero no de sonreír.
- Puede ser.
- Coco, has sido tú, ¿a que sí?
Ella se puso a reír otra vez.
- Sé lo que ha pasado, sí.
- Y, ¿por qué demonios has hecho desaparecer el árbol?
- ¿Quién os dice que he sido yo?
- Si no has sido tú, ¿qué ha pasado?
- Bueno, la física cuántica nos enseña que las partículas de
materia pueden moverse en el espacio cualquier momento, por lo que pueden desaparecer.
Pueden estar o pueden no estar en el mismo momento, depende de la persona que lo observe. Eso
es la teoría de Schrödinger. Veréis, cuando una partícula…
- Coco, nos importa un ardite la física cuántica.
- ¡PERO SI ES RACIONAL Y LÓGICA!
- Sólo quiero saber qué demonios ha pasado con el árbol.
- Bueno, hay muchos motivos por los que el árbol podría no
estar.
- Te reto a decir diez.
- 1, lo han quemado. 2, ha explotado. 3, un avión ha pasado
por encima y se lo ha llevado. 4, se lo ha llevado un elfo para hacerse una
silla. 5, lo han llenado de petardos y, ¡BOOM!, adiós árbol. 6, Lo han atado a
un caballo y han gritado ¡ARRE, CABALLITO! 7, el árbol ha cobrado vida y se ha
ido. 8, ha venido un extraterrestre y se lo ha llevado porque le recuerda a su
planeta natal. 9, era un árbol narcotraficante y lo ha pillado la policía. Y,
10: Necesitaba nuevas hojas y se ha ido de compras.
Lena y Perrie estallaron a reír. Yo me estaba meando, pero
me mordí el labio porque Andrew y Danielle no parecían tan felices.
- 11, el columpio le hacía bullying porque estaba gordo, se
ha vuelto anoréxico y ha muerto.
- Puta ama –se rió Lena.
Perrie le chocó la mano a Coco, que se estaba meando de
risa.
- Coco, esto es serio. ¿Cómo has hecho desaparecer un árbol
sin dejar rastro?
- 12, ha venido Harry Potter con una escoba voladora y se lo
ha llevado.
- ¡Coco!
- ¿Qué?
- ¿Cómo te has cargado el árbol? –pregunté, riendo por
debajo la nariz.
- Digamos que el árbol ha querido posar para nosotros, como
fuente de inspiración para nuestro trabajo.
- Muy bonito por su parte. Lástima que le haya costado la
vida, ¿no?
Coco asintió con la cabeza.
- Una trágica historia.
Suspiró.
- Pues la verdad es que queríamos hacer una pira.
- ¿Una pira?
- Sí, ya sabes. Como una hoguera de San Juan.
- ¿Y qué habéis quemado?
- Todos los trabajos y exámenes que hemos hecho hasta ahora.
Libros y libretas incluidos.
- ¿Y qué hacía un árbol ahí?
- ES UN RITUAL SATÁNICO, ¿¡VALE?!
Cogió una bocanada de aire y añadió:
- Eso, y que necesitábamos combustible.
Jodida enferma mental.
- ¿Y cómo lo has hecho para quitarlo y… que no quedaran
raíces ni nada?
- Ah, ¿eso? Os había prometido no dejar rastro de lo que
hiciera.
Y cumplió. Ni el más mínimo rastro.
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LISTA DE COCO
Motivos por los que un árbol puede desaparecer
1. Lo han quemado.
2. Ha explotado.
3. Un avión ha pasado por encima y se lo ha llevado.
4. Se lo ha llevado un elfo para hacerse una silla.
5. Lo han llenado de petardos y, ¡BOOM!, adiós árbol.
6. Lo han atado a un caballo y han gritado ¡ARRE, CABALLITO!
7. El árbol ha cobrado vida y se ha ido.
8. Ha venido un extraterrestre y se lo ha llevado porque le recuerda a su planeta natal.
9. Era un árbol narcotraficante y lo ha pillado la policía.
10. Necesitaba nuevas hojas y se ha ido de compras.
11. El columpio le hacía bullying porque estaba gordo, se ha vuelto anoréxico y ha muerto.
12. Ha venido Harry Potter con una escoba voladora y se lo ha llevado.
13. Ha intentado hacer una flexión y ha muerto.
14. Se ha ido a una manifestación.
15. Se ha solidarizado con los árboles del Amazonas y se ha muerto.
16. Ha venido un ruso a cortarlo.
17. Era un desgraciado y se ha tirado al río.
18. Lo ha robado la señora de la limpieza.
19. Se lo ha llevado el viento.
20. Se ha vuelto invisible.
21. Ha venido un mendigo a fumar y sin querer le ha prendido fuego.
22. Ha venido la obesa de la profe de dibujo y se ha sentado encima sin darse cuenta.
23. Ha venido Doraemon y lo ha encogido con su pistola mágica.
24. Se lo ha comido un escarabajo.
25. Ha venido el Espíritu Santo y, como no había nadie, se ha llevado el árbol.
26. Lo ha robado un chino para convertirlo en palillos y venderlos en su bazar.
27. Las hojas se han divorciado.
28. Se lo ha comido el gato.
29. Se ha transformado en mariposa y se ha ido volando.
30. Era el elegido.
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