71
No matter what they say, can't take my love away.
'Cause nothing feels, nothing feels like like you.
NOTHING FEELS LIKE YOU - Little Mix
Subí la persiana y abrí la ventana.
Aunque estábamos a primeros de Enero y hacía un frío que pelaba, el sol brillaba radiante.
Suspiré.
- Buenos días, Hann -me dijo un Lou dormilón desde debajo las sábanas.
- Buenos días, precioso.
- ¿Cómo has dormido?
- Muy bien -le sonrío.
Aunque era cierto que había dormido bien, no podía parar de darle vueltas a un asunto.
- Te veo inquieta -me leyó el pensamiento él.
- Ya, es que... No puedo parar de darle vueltas a un asunto.
- ¿Cuál?
Me senté en la cama otra vez.
- La casa de Doncaster... La has comprado, ¿verdad?
- Sí.
- Y esta casa la tenéis alquilada hasta el 20, ¿verdad?
- Sí...
- Y el Take Me Home Tour, lo empezáis el 15, ¿verdad?
- Sí... Me estás asustando.
- Y dura dos semanas, hasta el 30, ¿verdad?
- Sí. ¿A dónde quieres llegar?
- Yo tengo que empezar a trabajar el 21, por lo tanto tengo que estar otra vez en Doncaster el 20 o antes.
- ¿Y?
- Que tendríamos que mudarnos, ¿no? Yo lo tengo fácil porque es dentro de la ciudad, pero... Tú tienes que mudarte de Londres a Doncaster, Louis. Nos va a traer tiempo y el 20 tenemos que estar fuera.
Louis petó la lengua.
- Mierda, pues es verdad.
Asentí con la cabeza.
- El tour termina en Londres, ahora que lo pienso. Podría hacer las cajas y todo, y luego un día ya me lo traigo todo a Doncaster.
- Cuando termines el tour vas a tener ganas de hacer de todo menos cajas, y lo sabes.
Silencio.
- También es verdad. Joder.
- ¿Sabes qué puedes hacer?
- Acepto sugerencias.
- Haz las cajas antes del tour, así también aprovechas para hacer la maleta. Y, cuando lleguéis, sólo tendrás que traerlo todo a Doncaster.
Louis reflexionó unos instantes.
- Buena idea. Entonces, tengo diez días para empaquetarlo todo, ¿no?
- Nueve. Estamos a 5 de enero.
Suspiró.
- Bueno. Entonces habrá que ponerse en marcha.
--
Habiendo desayunado y habiéndonos arreglado, nos fuimos hacia el piso que compartían Harry y Louis, o como a ellos les gustaba llamarle, "La guarida de S y S" (Superman y Spiderman).
Los siguientes cuatro días los pasamos allí, clasificando cosas de Louis y guardándolas en cajas de cartón.
No os mentiré, era agobiante. Cada vez iban saliendo más cosas por hacer, y no dábamos abasto.
El tercer día, hacia las 5 de la tarde, recibimos una llamada de Zayn.
- ¡Zaaayn! -gritó Lou, al descolgar. Puso el altavoz- ¿Qué tal, bro?
- Yo bien. Liam no tanto.
- ¿Qué ha pasado?
- El muy listo se ha roto una pierna jugando a fútbol -dijo, riéndose.
- Vaya crack está echo.
- Ya lo ves. Ahora lo llevamos al hospital, ¿te vienes?
- Sí, claro. En cinco minutos estamos en la casa. Westside.
- Eastside -respondió Zayn, y colgó.
- ¿Te vas al hospital con los chicos?
- Sí. ¿Cómo voy a reírme de Liam sino?
Sonreí.
- Oye, ¿me puedes dejar en casa? Así puedo hacer otra vez la maleta con las cuatro cosas que tengo.
- Claro que sí.
--
Cuando entré en el comedor, Harry, Zayn y Niall estaban 'ayudando' a Liam a levantarse del suelo.
'Ayudando', porque casi no podían, ya que se estaban meando de risa; mientras que Danielle estaba a su lado, mirándoselo, también divertida.
Lena y Andrew estaban sentadas en el sofá, hablando.
- ¡Hannah! -gritó Lena- Vamos, siéntate con nosotras.
Le hice caso.
- ¿Y Coco? -pregunté.
- Encerrada en su guarida. Es una chica muy rara, mejor no entres en su habitación -dijo Andrew.
- ¿Porqué?
- Está llena de... esculturas raras y dibujos sin sentido. Es increíble que sea prima de Niall, no se parecen en nada.
- Ya... Y tú, ¿cómo lo llevas?
Andrew me miró con sus ojos marrón café, y, por primera vez, vi su sonrisa desaparecer.
- ¿Cómo?
- Que cómo lo llevas tú, eso de que haya otra chica a la que Niall presta atención.
Andrew miró al suelo. Iba a hablar, pero la interrumpí:
- Vámonos del comedor, mejor.
Asintió con la cabeza.
Lena, Andrew y yo nos levantamos y fuimos a nuestra habitación.
Una vez dentro, cerré la puerta.
- ¿Y cómo lo llevas tú, Andrew?
La irlandesa respiró hondo, bajó la vista y dijo, casi en un murmuro:
- Pues no muy bien... Se preocupa más por ella que por mí. Está más pendiente de lo que hace ella, y siempre está hablando con ella, y muchas veces también están juntos explicándose quién sabe qué... Niall ya casi no me hace caso. Sólo estoy con él cuando la francesa esta se va a la academia -dijo, rabiosa, pero mientras las lágrimas empezaban a asomarse en sus ojos.
- Vamos, ven aquí -dije, abrazándola.
- Tienes que entender que es su prima... Es una chica muy francesa en una ciudad muy inglesa. Es normal que le coste adaptarse. Aunque no digo que eso sea una excusa.
- Lena tiene razón. Sé que es duro... Tampoco tanto, pero un poco tienes que aguantar, ¿sí?
Andrew asintió tímidamente con la cabeza.
- Vamos, Andrew. Tú eres mucho más fuerte que todo eso.
- Saldréis de esta -dijo Lena-. Y lo haréis juntos.
Y si lo harían...
--
Más tarde, le pregunté a Lena por Perrie, a la que no había visto desde la fiesta de Nochevieja.
Me dijo que había intentado llamarla, pero que no le había contestado.
Esa tarde, Lena y yo cogimos un taxi y nos dirigimos al piso de Perrie, en una calle central de Londres.
Sabíamos su dirección gracias el director del management, Jeff, y también su padre, con la excusa de darle una sorpresa.
- Oakley Street, 21... Este es -dijo Lena, señalando un edificio.
Entramos en el portal y llamamos al interfono del piso que correspondía a Perrie.
- ¿Sí?
- ¡Perrie! ¡Somos nosotras!
- ¿Hannah? ¿Lena? ¿Qué...?
- ¿Podemos entrar?
- Sí. Sí, claro, claro.
- Buenos días, precioso.
- ¿Cómo has dormido?
- Muy bien -le sonrío.
Aunque era cierto que había dormido bien, no podía parar de darle vueltas a un asunto.
- Te veo inquieta -me leyó el pensamiento él.
- Ya, es que... No puedo parar de darle vueltas a un asunto.
- ¿Cuál?
Me senté en la cama otra vez.
- La casa de Doncaster... La has comprado, ¿verdad?
- Sí.
- Y esta casa la tenéis alquilada hasta el 20, ¿verdad?
- Sí...
- Y el Take Me Home Tour, lo empezáis el 15, ¿verdad?
- Sí... Me estás asustando.
- Y dura dos semanas, hasta el 30, ¿verdad?
- Sí. ¿A dónde quieres llegar?
- Yo tengo que empezar a trabajar el 21, por lo tanto tengo que estar otra vez en Doncaster el 20 o antes.
- ¿Y?
- Que tendríamos que mudarnos, ¿no? Yo lo tengo fácil porque es dentro de la ciudad, pero... Tú tienes que mudarte de Londres a Doncaster, Louis. Nos va a traer tiempo y el 20 tenemos que estar fuera.
Louis petó la lengua.
- Mierda, pues es verdad.
Asentí con la cabeza.
- El tour termina en Londres, ahora que lo pienso. Podría hacer las cajas y todo, y luego un día ya me lo traigo todo a Doncaster.
- Cuando termines el tour vas a tener ganas de hacer de todo menos cajas, y lo sabes.
Silencio.
- También es verdad. Joder.
- ¿Sabes qué puedes hacer?
- Acepto sugerencias.
- Haz las cajas antes del tour, así también aprovechas para hacer la maleta. Y, cuando lleguéis, sólo tendrás que traerlo todo a Doncaster.
Louis reflexionó unos instantes.
- Buena idea. Entonces, tengo diez días para empaquetarlo todo, ¿no?
- Nueve. Estamos a 5 de enero.
Suspiró.
- Bueno. Entonces habrá que ponerse en marcha.
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Habiendo desayunado y habiéndonos arreglado, nos fuimos hacia el piso que compartían Harry y Louis, o como a ellos les gustaba llamarle, "La guarida de S y S" (Superman y Spiderman).
Los siguientes cuatro días los pasamos allí, clasificando cosas de Louis y guardándolas en cajas de cartón.
No os mentiré, era agobiante. Cada vez iban saliendo más cosas por hacer, y no dábamos abasto.
El tercer día, hacia las 5 de la tarde, recibimos una llamada de Zayn.
- ¡Zaaayn! -gritó Lou, al descolgar. Puso el altavoz- ¿Qué tal, bro?
- Yo bien. Liam no tanto.
- ¿Qué ha pasado?
- El muy listo se ha roto una pierna jugando a fútbol -dijo, riéndose.
- Vaya crack está echo.
- Ya lo ves. Ahora lo llevamos al hospital, ¿te vienes?
- Sí, claro. En cinco minutos estamos en la casa. Westside.
- Eastside -respondió Zayn, y colgó.
- ¿Te vas al hospital con los chicos?
- Sí. ¿Cómo voy a reírme de Liam sino?
Sonreí.
- Oye, ¿me puedes dejar en casa? Así puedo hacer otra vez la maleta con las cuatro cosas que tengo.
- Claro que sí.
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Cuando entré en el comedor, Harry, Zayn y Niall estaban 'ayudando' a Liam a levantarse del suelo.
'Ayudando', porque casi no podían, ya que se estaban meando de risa; mientras que Danielle estaba a su lado, mirándoselo, también divertida.
Lena y Andrew estaban sentadas en el sofá, hablando.
- ¡Hannah! -gritó Lena- Vamos, siéntate con nosotras.
Le hice caso.
- ¿Y Coco? -pregunté.
- Encerrada en su guarida. Es una chica muy rara, mejor no entres en su habitación -dijo Andrew.
- ¿Porqué?
- Está llena de... esculturas raras y dibujos sin sentido. Es increíble que sea prima de Niall, no se parecen en nada.
- Ya... Y tú, ¿cómo lo llevas?
Andrew me miró con sus ojos marrón café, y, por primera vez, vi su sonrisa desaparecer.
- ¿Cómo?
- Que cómo lo llevas tú, eso de que haya otra chica a la que Niall presta atención.
Andrew miró al suelo. Iba a hablar, pero la interrumpí:
- Vámonos del comedor, mejor.
Asintió con la cabeza.
Lena, Andrew y yo nos levantamos y fuimos a nuestra habitación.
Una vez dentro, cerré la puerta.
- ¿Y cómo lo llevas tú, Andrew?
La irlandesa respiró hondo, bajó la vista y dijo, casi en un murmuro:
- Pues no muy bien... Se preocupa más por ella que por mí. Está más pendiente de lo que hace ella, y siempre está hablando con ella, y muchas veces también están juntos explicándose quién sabe qué... Niall ya casi no me hace caso. Sólo estoy con él cuando la francesa esta se va a la academia -dijo, rabiosa, pero mientras las lágrimas empezaban a asomarse en sus ojos.
- Vamos, ven aquí -dije, abrazándola.
- Tienes que entender que es su prima... Es una chica muy francesa en una ciudad muy inglesa. Es normal que le coste adaptarse. Aunque no digo que eso sea una excusa.
- Lena tiene razón. Sé que es duro... Tampoco tanto, pero un poco tienes que aguantar, ¿sí?
Andrew asintió tímidamente con la cabeza.
- Vamos, Andrew. Tú eres mucho más fuerte que todo eso.
- Saldréis de esta -dijo Lena-. Y lo haréis juntos.
Y si lo harían...
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Más tarde, le pregunté a Lena por Perrie, a la que no había visto desde la fiesta de Nochevieja.
Me dijo que había intentado llamarla, pero que no le había contestado.
Esa tarde, Lena y yo cogimos un taxi y nos dirigimos al piso de Perrie, en una calle central de Londres.
Sabíamos su dirección gracias el director del management, Jeff, y también su padre, con la excusa de darle una sorpresa.
- Oakley Street, 21... Este es -dijo Lena, señalando un edificio.
Entramos en el portal y llamamos al interfono del piso que correspondía a Perrie.
- ¿Sí?
- ¡Perrie! ¡Somos nosotras!
- ¿Hannah? ¿Lena? ¿Qué...?
- ¿Podemos entrar?
- Sí. Sí, claro, claro.
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