dimarts, 3 de setembre del 2013

Reencuentros - 37

37

Decidimos hacer caso a Andrew: primero me duché debajo de un chorro de agua caliente yo, y después lo hizo Lena.
Me puse una sudadera y un pantalón de chándal, ya que si no íbamos a salir, era mucho más cómodo.
Intenté arreglarme el pelo, pero como no lo conseguía, lo dejé como estaba.
Crucé el pasillo y llamé a la puerta de Louis.
- Sí...
- Louis, soy Hannah.
- Está abierto.
Entré dentro de la habitación y cerré la puerta cuidadosamente.
Las luces estaban apagadas, y las persianas bajadas. Sólo la lámpara de la mesita de noche daba un poco de iluminación a la habitación.
Louis estaba tumbado en la cama bocabajo, pero en cuanto entré dio la vuelta y incorporó un poco hasta sentarse.
Fui hacia la cama, me senté en ella, me quité los zapatos y subí los pies encima del colchón.
- Hannah, yo... No pensé que se iba a desmadrar tanto. No debería haber dejado que...
- Louis, déjalo, ahora ya no puedes hacer nada.
- No. Sé que no quieres que me sienta mal, pero no puedes hacer nada tu tampoco. No debería haber dejado que os alejaseis de nosotros. Debería haber pensado que estamos en vacaciones de navidad y que habría demasiada gente. Yo no... -sacudió la cabeza- Sabía que no debía hacerlo, y lo hice... No pensé en lo que pudiese pasar. Soy un imbécil -abrí la boca, pero me puso un dedo encima de los labios y siguió-. No. No hay opiniones. Soy un insensato. Y aún haciéndolo, debería haberme quedado todo el rato a tu lado, sin importar que se diesen cuenta de quién realmente eres y la realidad de nuestra relación, porque tú eres mucho más importante que todas las fans juntas, debería haberme quedado contigo, pasara lo que pasara. Y no lo hice. Soy un mal novio... Te mereces a alguien mejor, Hannah. Sé que es eso de ser tan loco lo que me hace caer bien a la gente pero... No es locura, es imbecilidad, no soy lo suficiente sensato para...
Entonces aparté su mano y junté sus labios con los míos.
- Quizás eres demasiado loco, pero es eso por lo que te quiero. Por como eres. Por tus defectos. No quiero a nadie que sea mejor que ti, te quiero a ti. Aunque me hicieras ponerme un tutú rosa y bailar en medio del London Bridge todos los días, seguiría queriendo estar contigo. Querías enseñarme lo que hacías para divertirte, para que me divirtiese yo también. ¿No es eso adorable? Louis, no querías hacerme daño. Ni me lo has hecho. Así que deja de torturarte, Tommo, porque no te culpo por nada de lo que ha pasado, ¿entiendes?
Asintió con la cabeza.
- Y, Louis, te quiero muchísimo, por cómo eres. Tienes tus defectos, sí, pero son esos los que te hacen ser cómo eres, y deberías enorgullecerte de ello, ¿entiendes?
- Sí. ¿Sabes que te amo muchísimo, no?
- No, no lo sé.
- Pues te amo muchísimo.
- En realidad sí lo sabía, pero me gusta que me lo digas.
Sonrió.
- Pues te amo muchísimo, Hannah Malker. Te amo con todo mi corazón.
- Y yo, Louis Tomlinson. Y yo.

--
A las ocho salimos al comedor. Liam y Danielle no estaban por ahí. Harry y Lena estaban en la habitación de Harry; Niall y Andrew estaban sentados en el suelo, uno delante del otro, hablando. Y Zayn, estaba en el sofá mirando la tele.
- Hii! -gritó Louis cuando entramos en el comedor.
Niall y Andrew nos saludaron con la mano y Zayn no dijo nada.
Louis se acercó a Zayn, aparentemente enfadado por no habernos saludado.
- Oh, está dormido. Venid, mirad qué mono.
Los tres nos acercamos y vimos que era verdad: tenía los ojos cerrados y la boca un poquito entreabierta.
- Ay, míralo -dijo Andrew-. Parece un angelito.
- Lástima que no sea así cuando despierta -rió Lou-. Mira, irlandés, tiene pinta de estar soñando.
Niall se rió.
- Tendrás que acostumbrarte a que haya dos irlandeses en esta casa, ahora ya no te puedes meter conmigo.
- ¿Dos? -dije extrañada.
- Sí. Andrew es irlandesa, ¿no os lo dije?
- ¿En serio? -respondió Louis- Bueno, a ella no se le nota.
- SOY IRLANDESA -gritó Andrew-. IRLANDA ES EL MEJOR PAÍS DEL MUNDO.
- Esa es mi chica. Anda, ven aquí -dijo Niall cogiéndola en brazos.
Louis se quedó mirando fijamente a Andrew y le dijo:
- Me decepcionaste.
- Ehm... ¿Chicos...? -dijo un Zayn somnoliento.
- Oh, mierda -dijo Niall-. Ya habéis despertado a Zayn.
- No, si yo no estaba durmiendo.
- Pues claro que no, Bradford Bad Boy -Louis se acercó a Andrew y le dijo a la oreja-. Es un chico malote. Duerme en el sofá.
- Vete a la mierda, lucho.
- Yo también te quiero, Zayn.
- Oye -interrumpí-, ¿os parece si Louis y yo hacemos la cena hoy?
- ¿Queréis que os ayudemos? -respondió Andrew, siempre con una sonrisa.
- No, gracias -le sonreí yo también-. Nos las podemos arreglar.

--
Louis y yo nos metimos en la cocina y empezamos a preparar las cosas.
Resumiré:
Media hora más tarde teníamos una olla con espaguetis encima del fogón, salsa de tomate vertida encima de las encimeras y espaguetis escampados por el suelo.
- ¡Andrew, Niall! -les llamé- Ya casi están los espaguetis. Alguien que vaya a avisar a Harry y Lena. ¿Siguen encerrados en la habitación de él?
- Sí -respondió Niall-. Yo no pienso ir a avisarlos. Louis, ve tú.
- Oh, yo no. Hannah, es tu mejor amiga, ¿no?
- Escucha, guapo, y él el tuyo.
- Pues que vaya Niall.
- ¿Porqué yo?
- Por irlandés.
- Pues tú por inglés.
- Vale, hagamos votaciones -dije yo-. ¿Quién vota que vaya Louis?
Niall, Andrew y yo levantamos la mano. Louis se quedó mirando a Andrew con cara de ofendido.
- Por inglés -se explicó ella.
Niall se rió muchísimo y besó a Andrew.
Salimos del comedor y andamos por el pasillo. Louis iba delante, y nosotros tres íbamos detrás.
Llegamos a la puerta de la habitación de Harry. Louis puso la oreja.
- No se oye nada. Shht, callad.
Niall se rió y Louis dio tres golpes suaves a la puerta.
Pasaron unos segundos. Nada.
- ¿QUÉ COÑO QUIERES AHORA, LOUIS?
- Soy Zayn -respondió Louis, con una voz ridícula.
Andrew tapó la boca de Niall con su mano para que no se riera.
- Lo que tú digas -dijo Harry des de detrás de la puerta bajando un poquito el tono de voz- ¿Pero qué coño quieres?
- QUERÍA DECIRTE QUE LOS ESPAGUETIS YA ESTÁN ECHOS.
- ¿Qué haces? No grites, que Lena está durmiendo.
- Sí, durmiendo -dije mientras intentaba aguantar mi ataque de risa.
Entonces oímos cómo Harry quitaba el pestillo de la puerta.
- Oh mierda -dijo Louis-. CORRED, CORRED, CORRED.
Empezamos a correr otra vez pasillo abajo hacia el comedor.
Se abrió la puerta de la casa y entraron Liam y Danielle.
- ¿Porqué...? -empezó Liam.
- CALLA Y CORRE -le grité.

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada