dimarts, 11 de febrer del 2014

Reencuentros - 105

105

- Esto es muy empalagoso -dijo Coco-. Hagamos algo mejor.
- ¿Cómo por ejemplo?
- ¿Alguien se sabe una historia de terror? -sugirió Zayn.
- ¡Sí! Yo me sé una -chilló Louis.
Todos se levantaron y se sentaron alrededor nuestro, dejando la hoguera detrás y formando un círculo mucho más cerrado.
- Había una vez -empezó Louis, en voz baja y en un tono de voz grave- una niña, de diez años. La niña vivía con su familia en una mansión en medio del bosque y...
- Bueno, nosotros nos vamos a dormir -le cortó Andrew, mientras los dos irlandeses se levantaban.
- ¡No me interrumpáis! -chilló Louis, y luego añadió con una sonrisa- Buenas noches.
- Buenas nocheees -coreamos los demás.
- Sigamos -dijo Louis, volviendo a adoptar la voz grave, a punto para retomar su historia.
     "Los padres de la niña siempre le decían que no entrase en el bosque, que había animales salvajes que podían herirla o comérsela. Los sirvientes de la casa siempre le decían que no entrase en el bosque, que había espíritus en pena que podían secuestrarla y torturarla. Los amigos de sus padres siempre le decían que no entrase en el bosque, que había fantasmas y criaturas extrañas que podían asustarla hasta matarla; y sus niñeras siempre le decían que no entrase en el bosque, que había enviados de la muerte que querían llevársela a otro barrio.
El único en esa mansión que no aterrorizaba a la niña era el jardinero. Le decía que el bosque era un sitio bonito, con criaturas fascinantes y sin espíritus maléficos.
De hecho, el jardinero y la niña tenían una relación muy buena. Eran muy amigos. Tanto que los padres de la niña le concedieron al jardinero un día para que se la llevara de excursión, fuera de los muros de la mansión,
y él la llevo al bosque."

Bueno, la resta de la historia no os la contaré. Llamadlo censura, llamadlo protección infantil o como queráis.
El hecho es que era una historia muy espeluznante y no tengo ganas de repetirla, ni vosotros queréis en el fondo oírla, así que os la resumiré.
La niña y el jardinero salen en coche. La niña se duerme en el coche. La niña despierta por la noche en medio del bosque. La niña se encuentra con los animales salvajes que se la quieren comer, los espíritus en pena que la torturan, los fantasmas que la asustan y la persiguien y finalmente los cómplices de la muerte que terminan de matarla. Fin.

Cuando Louis terminó de contar la historia, todos nos lo mirábamos, asustados, muertos de miedo por dentro y con las imágenes que cada uno se había formado de la tortura y muerte de la niña dando vueltas en nuestras mentes.
- Bueno, esto ha sido demasiado -dijo Danielle-. Mejor me voy a dormir antes de que maten a más niñas. Liam, ¿vienes?
- Sí... -susurró Liam, inexpresivo, levantándose y yendo hacia las tiendas junto a Danielle sin que ninguno de los dos dijera nada.
Miré a mi alrededor. Louis, Coco, Lena, Harry, Perrie y Zayn. Y yo.
- Sólo quedan siete... -dijo Coco, en un tono de voz maléfico. Luego, nos alargó un bol lleno de ositos de goma de colores- ¿Queréis?
Cogí, al igual que los otros, un puñado de ositos y me los fui metiendo en la boca de uno en uno.
- ¿Podemos hacer algo? -preguntó Perrie- Preferiría quitarme esta horrible historia de terror de la cabeza.
- Está bien -dijo Coco-. Vamos al bosque.
- ¿¡Pero tú estás loca?! -exclamamos Lena, Perrie, Harry, Zayn y yo al mismo tiempo.
- ¿Por qué no? -dijo Louis- Puede ser divertido. ¿Zayn?
- Ni loco voy al bosque ahora.
- Eres un cobarde. ¿Harry?
- Ni que me pagaras.
- Gallinas los dos -dijo Coco.
- ¡No somos gallinas!
- ¿Entonces?
Nadie dijo nada por unos segundos.
- No hay huevos de ir al bosque -sentenció Louis.
- ¿Que no los hay? -dijo Harry- Vamos, Zayn, levántate. Vamos a dejarles las cosas claras a éstos dos.
- Me apunto -dijo Lena, levantándose también.
- Por si a alguien le interesa, Hannah y yo no venimos -dijo Perrie-. Creo que hablo por las dos, ¿verdad, Hann? -asentí con la cabeza.
- Hannah -dijo Coco, mirándome fijamente-. Vamos. Sé que quieres hacerlo. La idea de ver a los chicos chillar cómo unas nenas te fascina.
Me mordí el labio. Tenía razón. Pero por otra parte, no iba a ir al bosque en medianoche y después de escuchar una terrible historia de miedo.
- Hannah... -susurró Louis.
Suspiré.
- Está bien. Pero sólo si Perrie viene conmigo.
Todos se giraron inmediatamente hacia Perrie.
Ella bufó y dijo:
- Está bieeen... Espero que valga la pena.
Mientras los chicos y Coco metían más leña en la hoguera para que no se apagara en nuestra ausencia, Perrie, Lena y yo preparamos siete linternas que Coco había traído. Cogí mi riñonera y metí dentro pilas de recambio por si se acababan las de alguna linterna, el móvil y la navaja suiza que sabía que Louis llevaba entre sus cosas.
- ¿Preparados? -dije, cuando volvimos a la hoguera.
Repartimos las linternas, una para cada uno, y empezamos a andar hacia el bosque.
Coco y Louis iban delante, Perrie y yo detrás de ellos y detrás nuestro Harry, Lena y Zayn.
Miré a Perrie y me sonrió.
- ¿Preparada para chillar? -me preguntó.
- Sí... Supongo.
Cuando llegamos a los primeros árboles, iluminamos toda la zona y luego Coco y Louis se pusieron a andar otra vez hacia delante.
Era jodidamente tenebroso, no se oía nada más que los grillos y el sonido de las hojas crujiendo bajo nuestros pies.
- Perrie, ¿podrías... darme la mano?
- ¿Tienes miedo?
- Quizá... Un poco.
Perrie soltó un "owww" y me pasó su brazo por debajo mi codo, de modo que quedaban entrelazados entre sí.
Anduvimos un buen rato, hasta que Coco nos hizo parar porque había visto algo.
- Ahí, en ese árbol. ¿Lo veis?
Nos acercamos. Había una nota, colgada del árbol. El papel era de líneas, como arrancado de una libreta, y, con letras grandes y rojas había escrito...
- No mires detrás tuyo -leyó Coco.
Nadie se movió, pero entonces oímos un ruido como de alguien pasando corriendo detrás nuestro y todos nos giramos. Entonces, lo oímos. 
El grito. Un grito agudo, de mujer. Más bien, de niña.
¿De dónde venía?, no lo sé. Sólo sé que todos, asustados, echamos a correr hasta que creímos que el peligro ya había pasado, y nos paramos, agotados, a coger aire.
- Dios mío, ¿¡qué era eso?!
- ¡No lo sé!
- Coco, ¿has sido tú?
- ¿Qué? ¡No!
- ¿Has sido tú?
- ¡Que no, tío!
Cogí otra bocanada de aire y respiré hondo. 
- ¿Dónde estamos? -pregunté, y para responderme a mí misma, di una vuelta sobre mí iluminando lo que veía.
Árboles, árboles, árboles, árboles, un hombre vestido de traje y con la cara blanca, ár...
Un momento.
¡¿QUÉ?!
Volví a apuntar con la linterna y lo vi otra vez.
Solté un grito y eché a correr otra vez agarrando a todos los que podía a mi paso.
Los demás tardaron unos segundos en reaccionar, chillaron todos al verle y echaron a correr tras mí.
Corría, con el corazón latiéndome más fuerte que nunca, corría, me dolían los pies pero no me importaba, sólo necesitaba correr, correr, correr, escapar de lo que sea que fuera eso.
Unos cinco minutos después, cuando ya no podía más con mi alma, Coco nos paró.
- Ya está, lo hemos perdido. ¿Todo bien?
- Sí -dije-. Dios, Louis, qué miedo...
Pero nadie contestó.
- ¿Louis? ¿Louis?
Louis no estaba con nosotros.
- ¡LOUIS! -empecé a chillar con toda mi voz al darme cuenta de que mi novio no estaba, que lo habíamos perdido, en medio del bosque- ¡LOUIS!
Zayn me abrazó y me apretó fuerte contra él para calmarme y apoyé mi cara en su hombro mientras estallaba a llorar. Tenía miedo, mucho miedo.
- Louis...
- Mierda, lo hemos perdido -dijo Coco-. Esto no estaba en el plan.
- ¿Qué? -contestó Perrie.
- Joder, que lo otro era una broma. Pero esto no. No estaba en el plan, joder, no estaba en el plan.
Alguien me cogió la riñonera y sacaron el móvil de dentro.
- Vamos a llamarle -dijo Lena, marcando el número y poniéndose el móvil en la oreja.
Levanté mi cabeza del hombro de Zayn un poco, sin dejar de abrazarlo, para ver qué pasaba.
Lena estaba llamando...
...cuando de repente, una saeta pasó silbando por su lado, llevándose al móvil por delante.
Incapaces de responder ninguno, fuimos a mirar la saeta, que había quedado clavada en un árbol.
La saeta no iba sola. Colgando de ella, una bolsa de ositos de goma, de colores.
Nos giramos hacia Coco, para pedirle una explicación.
Pero Coco no estaba.
Y su linterna, en el suelo.

1 comentari:

  1. Anna WTILTP y Andrew Horan mis padres me han quitado el mobil buu muy mal por una cosa que ya os contare. Eso significa que no podre leer hasta estar sola y con el portatil mañana en catalan leere el de la Andrew pero mientras tanto estoy sin vida sorry, Anna maññana te explico las cosas sorry kisses

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