diumenge, 9 de febrer del 2014

Reencuentros - 104

104

- ¡Chicooos, a cenaaar! -gritó Perrie, mientras ella y yo servíamos platos de macarrones con salsa boloñesa y se los pasábamos a Andrew y Danielle para que los pusieran en la mesa.
Liam, Niall, Louis y Zayn estaban acabando de encender la hoguera mientras una Lena con leggins negros y el pelo recogido encima de la cabeza en un moño alto ayudaba a Harry a poner más leña.
Todos se sentaron en la mesa y nos pusimos a comer: Tal y como habíamos supuesto, Niall y Andrew comieron por dos personas. Suerte que habíamos hecho más macarrones de la cuenta, porqué se acabaron rápidamente.
Al terminar, Danielle, con el pelo rizado cayéndole por encima las espaldas, sacó una especie de tarta que había comprado con Perrie y la cortaron en trozos.
- Tengo un antojo -dijo Andrew-. Quiero nata.
- ¿Tenemos nata? -preguntó Niall.
- No -contestó Perrie.
- Vale. Esperaros aquí, en un rato vuelvo -dijo él, levantándose y echando a correr.
- ¿Qué? ¡No!-gritó Andrew- ¡Niall, espera!
Zayn se levantó y echó a correr tras Niall. Como el moreno era más rápido que el rubio, lo alcanzó en poco tiempo y lo trajo otra vez hacia nosotros arrastrándolo del brazo.
- Gracias, Zayn -dijo ella.
- ¿Qué pasa? ¿No querías nata?
- ¡No, estúpido! Es de ese anuncio de la tele.
- ¿Qué anuncio?
- ¿No sabes qué anuncio es el de "Tengo un antojo. Quiero nata"?
- No.
- ¡¿No sabes qué anuncio es el de "Tengo un antojo. Quiero nata"?!
- ¡NO!
- ¡UN BUEN IRLANDÉS SABRÍA QUÉ ANUNCIO ES!
- Uuuuuh -hicimos todos.
- ¿ME ESTÁS LLAMANDO MAL IRLANDÉS?
- ¡SÍ!
- ¡UUUUUH!
- ¿CÓMO VAMOS A EDUCAR A NUESTROS HIJOS SIN EL ANUNCIO DE "TENGO UN ANTOJO, QUIERO NATA"?
- PUES DEL MISMO MODO QUE YO HE CRECIDO SIN CONOCERLO.
- ALA, ¡ADIÓS! -gritó Andrew, levantándose y echando a correr hacia el bosque.
- ¡ANDREW, NO! -gritó él, cogiéndola por la cintura y levantándola en el aire- ¡No puedes correr!
- ¡Escucha, estoy embarazada, no inválida, estúpido!
- Si yo digo que no corras es que no corras y punto -dijo él, dejándola sentada en el banco de la mesa de picnic otra vez.
- Te odio.
- Ódiame todo lo que quieras, pero tú no te mueves de aquí.
- Qué bonito es el amor -dijo Coco.
- Pues ya ves -dijo Niall, y luego miró a Andrew-. Anda, cómete toda la tarta.
- Oye, chicos... -dijo Perrie, y todos nos giramos hacia ella- Me gustaría anunciaros algo...
- Dinos -dijimos Danielle y yo a la vez.
- Bueno, es una noticia que va en dos partes.
- Empieza por la segunda parte -dijo Louis-. ¿Qué? ¡Siempre se empieza por la primera! Que empiece por la segunda.
- Está bien -dijo la rubia-. Pues, ehm... -respiró hondo- Jade y yo hemos decidido presentarnos a The X Factor.
Se hizo silencio por un par de segundos, y luego todos estallamos en gritos de alegría, aplausos y vítores.
- ¡Ole, Perrie! -gritó Lena- ¡OLE!
Era lo mejor que podía hacer. Todos sabíamos que Perrie cantaba muy bien, y lo que quería ser en realidad era cantante, no estar en el manag...
- ¿Y el management? -pregunté.
- Esa es la otra parte -sonrió ella-. He dejado el management.
Mientras los otros estallábamos otra vez en WEEEEEs, aplausos y otras cosas por el estilo, Zayn se levantó, la abrazó, le dio un beso y le dijo:
- Felicidades, nena. Estoy orgulloso de ti.
- ¿Cuando es la audición? -le preguntó Harry.
- Aún no lo sabemos, justo nos hemos apuntado -contestó ella, emocionada.
- Oye -dijo Danielle-. ¿Se lo has dicho ya a tu padre?
- Sí -contestó Perrie, borrando la sonrisa y convirtiéndola en una mueca torcida.
- ¿Y cómo se lo ha tomado?
- No muy bien, la verdad. Se lo dije ayer por la noche por teléfono. Empezó a gritarme y a regañarme, hasta que lo interrumpí, le dije que ya no era una niña pequeña y podía hacer lo que quisiera con mi vida, y... le colgué.
Zayn la abrazó otra vez.
- Y tienes razón, Perrie -le sonreí-. Es lo que tenías que hacer. Ya hace mucho que tendrías que haber dejado el management. Bien hecho.
- Además -añadió Andrew-, con lo bien que cantas seguro que os cogen, tanto a ti cómo a Jade, no te preocupes.
Perrie sonrió y nos dio las gracias a todos, que la aplaudimos otra vez.
Luego, las chicas recogimos la mesa mientras los chicos y Coco iban a avivar la hoguera.
Cogimos toallas y mantas y las tendimos alrededor de la hoguera, y nos tumbamos una pareja en cada una, menos Coco, que al vernos gritó.
- ¡LOVE IS IN THE AIR! -y empezó a hacer ver que nos rociaba a todos con un spray.
- ¿Qué haces? -le preguntó Liam.
- El amor está en el aire. Tiro desinfectante.
"Madre mía..."
Louis estaba totalmente tumbado, así que yo me recosté encima suyo y apoyé mi cabeza en su pecho, y apoyé mis manos en su abdomen.
No sé cómo estaban los otros, supongo que en posiciones parecidas, pero no lo sé, ya que no los veía. Solamente oía sus voces.
Hablamos, por un largo rato, de la suerte que teníamos de poder disfrutar de ese momento, de poder estar ahí todos juntos, felices, sin tener que preocuparnos de otras cosas o siquiera temer porque nos comieran los osos, como apuntó Louis.
Después de eso, me gustaría contaros que nos fuimos a dormir, que nos tumbamos en nuestros sacos, cada uno en su tienda, que desde mi saco podía notar la calor que desprendía el cuerpo de Louis, que me abrazó, me dio un beso y nos dormimos los dos.
Pero os estaría mintiendo, porque las cosas, sinceramente, no fueron así.

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