dissabte, 1 de febrer del 2014

Reencuentros - 101

101


- Venga, dame la mano -dijo Louis-. Tranquila, no pasará nada.
- Como me caiga mueres, lo sabes, ¿no?
- Tranquila, no caerás.
Lo miré a los ojos y suspiré.
- Está bien...
Cogí la mano de Louis y miré el espacio que había entre la piedra en la que estaba él y la orilla del río.
- A la de tres -dije-. Una, dos... ¡Y tres!
Salté por encima del río y aterricé a su lado.
- ¿Ves cómo estás bien?
- Calla y tira. ¿Tenemos que llegar a la otra orilla?
- Sí.
- Vale.
Louis saltó dos piedras de golpe y aterrizó perfectamente en la tercera.
- Es fácil, ¡ven!
Hice lo mismo que él, sin miedo, y conseguí llegar a la cuarta piedra, a la que Louis había llegado mientras yo saltaba.
- Dos piedras más y llegamos -dijo Lou, saltando otra vez y llegando a la orilla del río.
Pasé una piedra y luego otra, pero la última me daba algo de cosa.
- ¿Pasa algo?
- No, es que... Esta está lejos.
- Vale, dame las manos.
Lo cogí por ambas manos y respiré hondo.
- ¿Preparada?
- Sí.
- ¿Seguro?
- ¡Sí!
Suspiré y salté la última piedra que me quedaba, antes de caer al suelo, tropezar con algo y empezar a rodar hasta que Louis me paró.
- ¡Auuu! -grité.
- ¿Estás bien?
- Me he tropezado con algo.
- ¿Te has hecho daño?
- No sé, me parece que no.
- ¿Puedes ponerte de pie? -dijo, cogiéndome por los hombros para ayudarme a levantarme.
- Sí. ¡Ahhh!, la pierna. Está bien, ¿vamos?
- ¿Seguro que no te has hecho daño?
- Que no, tonto -sonreí-. ¿Vamos?
- Claro.
Nos adentramos en el bosque y unos minutos después ya lo habíamos cruzado.
Salimos en una explanada de hierba verde, dónde había plantadas tres tiendas de campaña, unas cuantas mesas de picnic y una hoguera preparada para ser encendida en el medio.
- ¡Hola! -gritó Liam, viniendo hacia nosotros.
- ¡Hola! -le saludé mientras nos acercábamos.
- Os estábamos esperando -dijo el de Wolverhampton, dándole unos golpes en la espalda a Louis.
- ¿Ha llegado ya Harry?
- No. Lena lo está llevando hacia aquí. Van algo lentos porque, ya sabes, ojos vendados.
- Sí, sí. ¿Y los otros?
- Jugando a cartas o yo que sé qué hacen -contestó Liam.
Anduvimos hasta el centro montado. Entre la hoguera y las tiendas habían puesto tres mesas de esas plegables y Niall, Andrew, Danielle, Zayn y Perrie estaban sentados alrededor, con una baraja de cartas en mano cada uno y jugando a no se qué juego.
- ¡Bueeenos días! -gritó Louis.
 - Holaaa -corearon todos como respuesta, sin levantar la mirada de las cartas.
- ¿Y Coco? -le pregunté a Liam.
- Ha ido a "explorar" -al ver mi cara, hizo un gesto con la mano y contestó-. Déjala, ya sabes que está cómo una cabra.
Cogí una silla y la puse en uno de los extremos de la mesa, en un intento de entender el juego.
Entonces, el móvil de Andrew empezó a sonar.
- Es Lena -dijo, levantándose-. Ay, ¡hola, Hannah!
Los otros esperaron a que Andrew volviera para retomar el juego.
- Oye, Lena dice que están a tres minutos a pie de aquí, ¿qué hacemos con Harry?
- Le sentamos en una silla, ¿no? -sugirió Zayn.
- Nah, lo ponemos ahí de pie y le quitamos la venda de los ojos y punto -dijo Louis.
Andrew vino hacia mí y me dio dos besos.
- Uy, ¡qué colgante más bonito! -exclamó, mirando la L que me colgaba del cuello.
- Me lo ha regalado Louis antes, es...
- ¡Chicas, ya llegan! -nos gritó Danielle.
- ...luego te lo cuento -dije, y fuimos al lado de los chicos.
Lena empuchó a Harry cuesta arriba para llegar hasta donde estábamos nosotros. Liam, sin decir una palabra, le tomó el relieve y lo colocó frente a nosotros.
- ¿Dónde estamos? -preguntó él.
- Ahora lo verás -le contestó ella.
Lena desató el nudo del pañuelo que le tapaba los ojos a Harry y se lo quitó.
- ¡SORPRESA! -gritamos todos a la vez.
Harry nos miró, con los ojos muy abiertos.
- ¿Y esto?
- Fiesta de cumple dos días después -dijo Lena, dándole un beso en la mejilla.
- ¡Tenemos regalos! -dijo Niall, enseñándole una caja envuelta en papel de regalo.
Pusimos rápidamente las sillas alrededor de los seis regalos amontonados en una torre, haciendo así que Harry y Lena tuvieran que sentarse en el suelo.
- ¿¡Llego tarde?! -gritó Coco, acercándose corriendo y sentándose en una silla.
- No, tranquila -le sonrió Danielle.
Harry cogió el regalo de arriba del todo y lo abrió.
- Es un... ¿exprimidor de frutas?
- ¡ES UN EXPRIMIDOR DE FRUTAS! -gritó Louis.
- Tío...
- ¿Qué? ¿No te gusta? -dijo Lou, haciendo morrito.
- Sí, sí, tranquilo, me encanta -dijo Harry, riéndose.
Cogió el segundo, que era una bolsa. Lo abrió y empezó a sacar pantalones doblados, todos el mismo modelo, pero en colores distintos: granate, rojo, naranja, amarillo, verde claro, verde oscuro, azul claro, azul oscuro, azul marino, violeta, rosa, marrón, gris y negro.
Harry se los miró, inexpresivo.
- ¿De quién es esto?
Niall y Andrew levantaron la mano.
- ¿Por qué quiero yo el mismo pantalón en catorce colores diferentes?
- Por que no sabíamos qué color te gustaba más -dijo Niall-, así que te hemos comprado todos los colores que había.
Harry miró al suelo para esconder que se estaba riendo.
- Los irlandeses estáis jodidamente locos.
- Gracias -sonrió Andrew.
El tercer regalo era una plancha de pelo junto con un retrato de Harry, de Coco. Hay que admitir que el retrato estaba muy bien hecho, a carboncillo y sombreado. Era precioso.
- Anda -dijo Lena, mirándose el dibujo-. Dibujas mejor que yo, jo.
- No la juzgues, ella tiene cuadros en una exposición en Londres -le contestó Niall.
- ¿QUÉ? -exclamamos Louis, Perrie, Zayn, Danielle, Liam y yo al mismo tiempo.
- Es una larga historia -dijo Coco, haciendo un gesto con la mano como diciendo que no le diéramos importancia.
El siguiente regalo eran dos camisetas de equipos de fútbol americano, por Liam y Danielle.
Harry cogió el cuarto paquete, que era un cilindro alargado, y lo abrió.
De dentro sacó cinco pósters gigantes: Tres de suyos y dos del grupo.
- A que mola, eeeh -dijo Zayn, dándole un codazo-. ¡Y aún hay más!
Harry cogió una caja cuadrada que había dentro del mismo paquete y lo abrió.
- Oh, no me jodas.
- ¿Qué es?
- ¡Un kit de maquillaje! -exclamó Perrie, mientras todos estallábamos en risas.
- ¿No sabéis hacer regalos normales? -preguntó Harry.
- Yo te he regalado un exprimidor de frutas, menos conmigo, eh -dijo Louis.
Luego, Harry cogió el penúltimo regalo (el mío) y lo abrió:
Eran unas pulseras en las que ponía I <3 y todos los nombres de los chicos, y una con I <3 One Direction; y una camiseta azul en la que con letras amarillas ponía "Future Mrs. Styles".
- Toma, cariño, esto es para ti -dijo Harry , dándole la camiseta a Lena.
Lena se la puso por encima e hizo cara de "a que soy sexy" mientras todos nos partíamos el culo de risa.
Después de que Harry abriera el último regalo, un iPad, por parte de Lena, Liam le dio dos golpes en la espalda a Harry y dijo:
- Venga, vamos a comer, que hay algo guay guay.
- ¿En serio? -dijo Harry, visiblemente ilusionado.
- No, sólo bocatas -se rió el otro.
- Joder, Liam. Eres mala gente.
- Yo también te quiero, tío.

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