diumenge, 6 d’octubre del 2013

Reencuentros - 53

53

La historia del "Habló"
Capítulo 25.


7 de marzo 2010, Kilway Hill, Doncaster

Louis acaba de contarte que le habían aceptado para hacer la audición de X-Factor.
Tú te has alegrado mucho por él.
- Eso es… Increíble –le dices-. Felicidades. 
- Gracias. La verdad es que me hace mucha ilusión –te responde, alzando la vista al cielo-. Pero hay un problema. 
- ¿Cuál? ¿Pasa algo?
Sigue mirando al cielo nublado. No te responde. 
- ¿Lou? 
Gira la cabeza hacia ti y te mira fijamente. 
- ¡¿Qué pasa?!
Abre la boca para hablar, pero justo cuando va a contestarte oís un trueno.
- Parece que va a llover -dice, levantándose y alargándote la mano-. Vámonos, no queremos quedar empapados.
Suspiras, le coges la mano, te levantas y marcháis corriendo, buscando refugio.

--
Empieza a caer una lluvia fina, pero llegáis a tiempo y os sentáis en las escaleras de un porche.
- ¿Te has mojado? -te pregunta.
- Cuéntame el problema de antes.
Suspira.
- Es una tontería.
- Pues por eso, cuéntamelo. Te hace mucha ilusión, pero hay un problema que es...
Te mira a los ojos, y gira la cabeza hacia el jardín que hay delante del porche donde os encontráis.
- Voy a tener que irme un tiempo a Londres...
- Pero eso no es un problema -interrumpes.
- ... primero un tiempo, por las audiciones -sigue-. Pero, si me cogen, tendrá que ser más tiempo.
Empiezas a asustarte.
- ¿Cuánto sería eso?
- Hasta que me echen.
Te quedas sin respiración.
Sabes que tu novio canta bien, muy bien, que su voz enamora a cualquiera y que tiene talento.
Eso significa, que tardarán en echarlo.
Te descolocas un poco: Por una parte eres muy feliz de que Louis finalmente pueda cumplir su sueño, pero por otra estás triste, porque va a separarse de ti.
Intentas no ser egoísta y lo animas.
- No te preocupes por eso, Louis. Yo voy a ser feliz sabiendo que tú lo eres. Puedo verte por la tele todos los días -intentas sonreír.
- No dan X-Factor en la tele todos los días. Pero, te entiendo. Es que...
- ¿Qué?
- No quiero que te pase algo malo.
- No me pasará nada. Soy mayorcita.
Sonríe y te besa.
Apoyas tu cabeza en su hombro y cierras los ojos.
Intentas pensar en un Doncaster sin Louis.
Definitivamente no sería lo mismo.
Aunque él vaya allí para cumplir su sueño, tú tienes miedo de que le pueda pasar algo; de que no sea feliz, de que lo acepten en la audición y de que no lo acepten a la vez, de que le pase algo en el hotel, que tenga un accidente...
Pero hay algo que te da más miedo que todo aquello.
- A mí también me preocupa que te pueda pasar algo -te limitas a decir.
- No hay nada de qué temer.
- ¿Que no? Que no seas feliz, que no te acepten en la audición, que te pase algo en el hotel, que tengas un accidente... -suspiras- Que conozcas a alguien.
- Perdona, ¿qué? -dice, separándose de ti.
- Que no seas feliz, que no te acepten en la audición, que te...
- No, eso no. Lo último que has dicho. Lo de "que conozcas a alguien".
Lo miras extrañada.
- Pues eso. Quiero decir, que si vas a estar mucho tiempo lejos de mí puede que... conozcas a alguna chica y... ya sabes.
Te mira perplejo.
- ¿Me lo dices de verdad? ¿En serio piensas que me enamoraría de otra chica teniéndote a ti?
- Bueno, si no vas a verme, no vas a recordar que estoy ahí...
- Me tomas el pelo.
- ¿Qué?
- ¿De verdad te piensas que soy de esos? ¿Que me olvidaría de ti tan fácilmente?
- No, pero, sería lo más normal.
Suelta una risa irónica.
- ¿Normal? ¿A caso tú lo harías?
- A ver, yo...
- Oh, dios mío, ¡tú lo harías!
- ¿Qué? ¡No! Yo no lo haría nunca.
- ¿Y yo sí?
- Pero Louis... Yo... Yo te quiero.
- Y yo no. Bien.
Mira hacia el techo.
- ¡Yo no he dicho eso!
- ¿Y qué has dicho entonces?
Te quedas en silencio, no sabes qué responder.
- Es increíble que pienses que te quiero tan poco, por no decir que no te quiero, para hacerte eso. Parece que no me conozcas.
- Sí te conozco, ¿sabes? Desde la guardería que te conozco. Y no me hables así, porque no eres superior a mí.
- No me creo superior a ti -ríe irónicamente.
- ¿Ah no? ¡Siempre estás diciéndome que haga cosas!
- ¡Habló!
- ¿Habló? ¿Eso es todo lo que puedes decir? ¿¡HABLÓ?!
- ¡Sí, habló! ¡H-A-B-L-Ó!
- No me grites -dices gritando aún más que él.
- Grito si me da la gana, ¿¡o tampoco entiendes eso?!
Louis se levanta.
- ¿Qué coño haces?
- Me voy -dice mientras empieza a andar.
- ¿¡QUÉ?!
Se gira hacia ti.
- Pensé que me querías. Yo nunca te haría eso, ¿sabes? ¡Nunca! ¡Porque yo te quiero! A diferencia de tú a mí, te quiero, ¿entiendes? Y si piensas que podría serte infiel es que no me conoces en absoluto. Y que no lo hagas, después de dos años juntos, es vergonzoso -niega con la cabeza, te vuelve a mirar y te señala con dedo acusador- No me vuelvas a hablar, ¿vale?
- Louis...
- ¡Que te vaya bien sin mí! -grita, girándose de espaldas a ti.
- QUE TE VAYA BIEN A TI, ¡SEÑOR "HABLÓ"! -gritas, confusa y enojada, mientras él se aleja andando bajo la lluvia.

Y esa fue la última vez que viste a Louis en mucho tiempo, concretamente, hasta Octubre de 2012.

--
- Hannah. ¿Hannah? ¡Hannah!
Abrí los ojos y vi a Louis, encima mío, mirándome con cara preocupada.
- Louis...
- Hannah. Has estado gritando en sueños, ¿todo bien?
Los ojos se me llenaron de lágrimas, y lo abracé.
Lo apreté contra mí, con la fuerza con que una niña pequeña abraza a su osito de peluche cuando tiene miedo.
Louis empezó a pasar su mano por mi espalda.
- Tranquila -susurró-... Sólo era una pesadilla, sólo una pesadilla.
Una pesadilla tenía que ser. Otra vez.

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada