'Tíos, os juro que entré en aquella discoteca y lo primero que ví fue a aquella chica con aquel pequeño vestido negro y
me enamoré completamente. Ella me vió y me guiñó el ojo, y tíos, se me
cayeron los bóxers al suelo. No, literalmente no, Michael. En fin, que
fui y la invité a bailar. Joder, bailaba tan bien. Os juro que se movía
increíblemente bien. Sus ojos marrones, me encantaron. Y tenía el pelo
larguísimo, por la cintura. Y se notaba que no era teñida. Me dió su
teléfono, y se guardó como "little black dress" ya que, le había
llamado así antes. No, no sabía que su nombre era ______. Y mucho menos
que se apellidaba Hood. Ahí me mató. Y, Calum, déjame decirte que tu
prima está buenísima.'
'Chicas, gracias por haberme recomendado que me pusiese ese vestido. Y
por haberme maquillado un poquito. El tío que entró, me encantó. No sé
si por el piercing del labio, por sus pintas de rockero o por sus ojos
azules. Tías, le guiñé el ojo y vino directo a mí. Me sonaba de algo,
pero no sabía de que, así que bailé con él, tras pedirmelo. Me dijo
"hey, pequeño vestido negro, ¿bailamos?". Me enamoré. Tías, su pelo era
rubio natural y me encantaba. Me pidió el teléfono y se lo dí. Me
guardé como "little black dress" y, él se guardó como "sr hemmo
sensual". Ahí caí, era el mejor amigo de Calum, mi primo. Luke
Hemmings. Madre mía. Me he metido en un lío increíble.'
Hi bbs. Sí, supongo que pensaréis "¿qué hace la loca del moño esta?"
bien. Me he quedado sin inspiración para "Is breá liom tú". Estoy
trabajando en ella, a fondo. Pero quiero subiros esto.
Escuchando little black dress, don't stop, little while lies y what I
like about you se me ocurrió esto. Aún no tiene título ni nada, sólo
tengo esto. Supongo que iré escribiendo y cuando lo tenga todo más o
menos planeado, subiré la novela.
En cuanto a Is breá liom tú, no le queda mucho. Cómo os he dicho antes,
no tengo inspiración. Así que subiré algo que ya tengo escrito en 30'
y, comenzaré a planear cómo acabar de manera algo especial y eso.
Entendedme, ya no creo en relaciones hiper aisdhfioajshf. Y, cómo
entenderéis, no sé como poner a la cosa adorable de Niall en plan
malote. Meh.
Bueno, que os vaya bien pastelillos. Os adoro <3!
diumenge, 25 de maig del 2014
dimarts, 6 de maig del 2014
108 - Reencuentros (Especial)
ESPECIAL COCO
Quisiera dedicarle este capítulo a Coco, la amiga más rematadamente loca y especial que tengo.
Felices 14, que los disfrutes mucho. Te haces viejita, ay, dentro de nada la menopausia ya.
Bueno, pues eso.
Coco, esto va para ti, te quiero.
108
6 de Mayo, 1997 - 8:35AM
Mullingar, Westmeath, Ireland
El hombre entró corriendo en su casa. Su mujer estaba sentada en el sofá, tal y como ella le había dicho por teléfono.
- César... -dijo ella, con voz agitada, pasándose las manos suavemente sobre su gran vientre- Ya quiere salir...
- Vale. Venga, vamos al hospital.
El hombre ayudó a su mujer a levantarse, la cogió de la mano y la acompañó hasta el coche, donde le ayudó a subir.
6 de Mayo, 1997 - 9:10AM
Niall estaba sentado fuera de su clase, en el suelo, al lado de la puerta. Se aburría, así que tarareaba una canción que le había enseñado su tía hacía unos meses mientras miraba el suelo.
- ¡Niall! ¿Qué haces?
El pequeño dejó de cantar inmediatamente y levantó la cabeza.
- Greg.
- ¿Qué haces aquí? -repitió el hermano mayor.
- Me han hechado. ¿Y tú qué haces aquí?
- ¿Por qué te han echado?
- Cantar -sonrió.
- ¿Otra vez?
El pequeño Niall encogió los hombros y su hermano suspiró.
- Mamá ha venido a buscarnos. La tía ya ha dado a luz y vamos al hospital a verla.
- ¿Qué significa "dar a luz"?
- Que ha tenido una hija.
- ¿Somos primos?
Greg se rió.
- Sí.
- ¿Y cómo es ella?
- Se llama Coco. Papá ya la ha visto y dice que es muy mona.
- Coco suena a francés.
- Ya sabes que al tío le encanta Francia.
- Sí.
El hermano mayor cogió al pequeño de la mano y empezaron a andar hacia la salida del colegio.
- Greg. ¿Puedes...?
- Tranquilo, no le cuento nada a mamá.
- ¡Gracias! Te quiero.
- Y yo a ti, rubito.
6 de Mayo, 2001 - 10:36AM
- Mamá. Mamá. Mamá. Mamá... Mamá, hazme caso.
Coco empezaba a ponerse nerviosa.
- Mamá, mamá, mamá, mamá, mamá, mamá, mamá, mamá.
Ya se había cansado. La niña se pegó aún más a su madre y empezó a tirar de su jersey.
- ¡Mamáaa!
- ¡¿Qué quieres?!
- ¡Mamá!
- ¡Qué!
- ¿A qué hora llegan Niall y Greg?
- Es la quinta vez que me lo preguntas en menos de una hora.
- ¡Y no me respondes! ¿A qué hora llegan?
- No lo sé.
- ¿Cuando?
- ¡No lo sé!
- ¿Pero a qué hora?
- ¡Ahora llegarán!
- Vale.
La madre siguió batiendo el contenido del bol.
- Mamá.
- Qué.
- Me aburro. ¿Vamos fuera a jugar?
- Tengo que terminar tu tarta de cumpleaños, princesa.
- ¡Pero yo quiero jugar!
- ¿Jugar o tarta?
- ¿De chocolate?
- Y fresa.
- Pues tarta.
- Vale. Si te aburres, ve a terminar de hacer las cajas de tu habitación.
- ¡Pero yo no quiero ir a París!
- Ya verás, Francia te encantará. En nada te acostumbrarás.
- Echaré de menos jugar con Niall.
- Cariño, Niall ya tiene ocho años.
Coco estaba a punto de llorar.
- Él ya vendrá de vacaciones, ¿vale? -suspiró la madre.
- Nunca se es demasiado mayor para jugar.
- ¿Cómo que no?
- ¡No! Yo nunca me cansaré de jugar. ¡Te lo juro!
- Te creo, te creo.
- ¡Te lo demostraré!
- Que no, que ya te creo.
- Pero lo haré.
Justo en ese instante, el timbre de la casa sonó.
- ¡Son ellos! -gritó la pequeña, corriendo hacia la puerta de la casa- ¡Son ellos, son ellos, son ellos!
6 de Mayo, 2007 - 5:12PM
París, Francia
- ¡Coco! Vuelve aquí, que vamos a sacar la tarta.
La chica rubia no hizo caso. Se quedó mirando por la ventana.
Sin duda, tenían unas vistas muy bonitas desde casa. Se veía la Torre Eiffel, no muy cerca pero tampoco muy lejos, con los jardines verdes delante.
Pero Coco no pensaba en la Torre Eiffel o los edificios de su ciudad. Pensaba en otra cosa.
Hoy hacía 10 años, y su familia no estaba ahí con ella para celebrarlo. Tenía a sus padres y su hermana pequeña, Ruth, desde luego, pero a quien echaba de menos ella era a sus primos. A Niall y Greg. Habían pasado cinco años desde que celebró su quinto cumpleaños con ellos, y le hubiera encantado que hubieran estado con ella en su décimo cumpleaños. Pero ella estaba en París, y ellos en Mullingar. Los echaba de menos.
- ¡Coco!
- Sí, sí. Voy.
La cumpleañera se sentó en la mesa, junto a sus dos mejores amigas.
Su padre entró en el salón con una tarta de tres chocolates, mientras que su madre, su hermana y sus amigas le cantaban el 'cumpleaños feliz'.
- ¡Vamos, pide un deseo y sopla las velas!
Coco cierra los ojos.
- ¡Vamos!
- ¡Dejadme pensar!
Finalmente, se pensó el deseo y sopló las velas.
Todos aplaudieron y ella sonrió.
- ¡Ojalá se cumpla pronto! -le desearon todos a la vez.
Y no ocurriría. Coco había deseado que Niall hubiera estado con ella en su décimo cumpleaños.
- ¿Coco?
- ¿Eh?
- ¿Todo bien?
- Sí, sí.
- Tenemos una sorpresa para ti -le sonrió su madre, y le alargó una caja.
Ella lo abrió, impaciente.
- ¿Nokia? ¿Qué es esto?
- Un teléfono. Para que puedas hablar con tus primos cuando quieras.
- ¿¡En serio?! -chilló, abriendo la caja ferozmente y encendiendo el aparato de color rojo.
- ¿Te gusta?
- Yo...
Y, en ese momento, el móvil empezó a sonar.
- Vamos, ¡cógelo! -dijo una de sus amigas.
Coco apretó el botón verde y se puso el aparato en la oreja.
- ¿Sí?
- ¡PRIMA!
- ¡NIALL!
- ¡Felicidades!
- Oh, Dios mío, ¡gracias!
- ¿Qué tal por Francia?
- Pues...
6 de Mayo, 2012 - 11AM
- Cumpleaños feliz... Cumpleaños feliz. Te deseamos todos, ¡cumpleaños feliz!
- ¿Mamá? -remugó Coco, sin levantar la cabeza del cojín.
- No, subnormal. Somos nosotras -dijo Liz.
- ¡Y es tu cumpleaños! -añadió Julie.
- Oh, es verdad. Gracias... Supongo. ¿Cuántos hago?
- Quince.
- Oh, entonces hoy me hago las mechas rosas.
- ¡Sí!
Coco se incorporó, se puso bien el pelo con la mano y sonrió levemente.
- Dios, me duele un montón la cabeza. ¿Qué hicimos anoche?
Liz y Julie se rieron.
- ¿En serio no te acuerdas? -preguntó Julie.
- Pues... No.
- ¿De nada? -agregó Liz.
- ¡No! ¿Qué pasó?
- Entre de muchas otras cosas -explicó Liz, la pelirroja-, te liaste con Dan.
- ¿Con Dan? ¿Con el Dan de clase? -exclamó Coco, horrorizada.
- Sí -se rieron las otras dos.
- Dios mío...
- Gran forma de celebrar los quince, ¿eh?
- Pues ya ves. ¿Y mis regalos?
- ¿Perdona? -se hizo la ofenfida la morena.
- Quiero mis regalos.
- No hay forma de engañarte, eh... -dijo Liz, y le tiró una cajita pequeña.
- ¿Qué es?
- Ábrelo. Es regalo conjunto nuestro y de tus padres.
- Uy.
Era una cajita muy pequeña, que entraba perfectamente en la palma de la mano.
Coco deshizo el lacito, para encontrarse...
- ¿Unas llaves?
- Sí -contestaron las dos amigas a la vez.
- ¿Y qué abren?
- Un piso. Un piso de 75m2 a cinco minutos a pie de la Universidad.
Coco se quedó sin palabras.
- ¿Y vamos a...
- ¡Sí!
- ...vivir juntas...
- ¡Sí!
- ...todas tres?
- ¡SÍ!
Las tres amigas se pusieron a chillar.
- Bueno -las paró la rubia, haciendo un señal con la mano-. ¡Primero las mechas rosas!
6 de Mayo, 2013 - 7:36AM
Londres, Inglaterra
Coco se levantó y abrió la ventana de su piso.
Sí, su piso. Se lo había regalado Niall para que pudiera quedarse en Londres, ya que él y Andrew habían vuelto a Mullingar, dónde habían comprado una casa para empezarse a preparar para la llegada de su primer hijo.
Cogió su móvil de encima la mesa y llamó a su primo.
- ¡Coco!
- ¡Niall!
- ¡Felicidades!
- Gracias, ay. ¿Qué tal por Mullingar?
- Bien. Me pone nervioso saber que sólo nos quedan tres meses para prepararnos. Entonces... Mi vida cambiará por completo.
- Me lo imagino -sonrió.
- ¿Estás sonriendo?
- ¡No!
- ¡Síii lo haces!
- ¡Pero si no me estás viendo!
- Pero te conozco, prima. Por cierto, tienes una sorpresa detrás tuyo.
- ¿Detrás? ¿Dónde? -dijo ella, dándose la vuelta.
- Encima de la lámpara.
Efectivamente, había un sobre encima de la lámpara.
- ¿Pero cómo demonios has...?
Pero Niall ya había colgado.
Coco, confusa, se acercó a la lámpara y cogió el sobre. Lo abrió.
"Feliz 16 cumpleaños, hadita. Espero que te guste el piso y te lo estés pasando bien...
Aquí te dejo un par de regalos, aunque me daría dártelos en persona.
Primero está este billete de cien libras. Quiero que te lo gastes. Es una orden. Invita a todo el mundo a desayunar o lo que sea, pero quiero que te lo gastes.
Lo segundo, cómo puedes ver, son unas llaves. Junto a ellas te he ajuntado unas fotos de tres salas, una de blanca, otra roja y otra negra. Bien, eso es un piso en el medio de Londres, y es tuyo. Quiero que ahí pintes, montes fiestas o hagas lo que quieras. Para que sea tu refugio, tu mundo. ¿Sí? Es tuyo. También te he ayuntado un papel con la dirección.
Sé que te prometí que estaría ahí para ti, pero ahora voy a formar mi propia familia, y debo estar para ellos.
Espero que lo comprendas.
Pues eso. Buenos días, que disfrutes de tus 16, te quiero enana, muchísimo. No lo olvides.
Un beso,
Tu primo Niall.
PD: Te queda muy bien tu rubio natural otra vez."
Quisiera dedicarle este capítulo a Coco, la amiga más rematadamente loca y especial que tengo.
Felices 14, que los disfrutes mucho. Te haces viejita, ay, dentro de nada la menopausia ya.
Bueno, pues eso.
Coco, esto va para ti, te quiero.
108
6 de Mayo, 1997 - 8:35AM
Mullingar, Westmeath, Ireland
El hombre entró corriendo en su casa. Su mujer estaba sentada en el sofá, tal y como ella le había dicho por teléfono.
- César... -dijo ella, con voz agitada, pasándose las manos suavemente sobre su gran vientre- Ya quiere salir...
- Vale. Venga, vamos al hospital.
El hombre ayudó a su mujer a levantarse, la cogió de la mano y la acompañó hasta el coche, donde le ayudó a subir.
6 de Mayo, 1997 - 9:10AM
Niall estaba sentado fuera de su clase, en el suelo, al lado de la puerta. Se aburría, así que tarareaba una canción que le había enseñado su tía hacía unos meses mientras miraba el suelo.
- ¡Niall! ¿Qué haces?
El pequeño dejó de cantar inmediatamente y levantó la cabeza.
- Greg.
- ¿Qué haces aquí? -repitió el hermano mayor.
- Me han hechado. ¿Y tú qué haces aquí?
- ¿Por qué te han echado?
- Cantar -sonrió.
- ¿Otra vez?
El pequeño Niall encogió los hombros y su hermano suspiró.
- Mamá ha venido a buscarnos. La tía ya ha dado a luz y vamos al hospital a verla.
- ¿Qué significa "dar a luz"?
- Que ha tenido una hija.
- ¿Somos primos?
Greg se rió.
- Sí.
- ¿Y cómo es ella?
- Se llama Coco. Papá ya la ha visto y dice que es muy mona.
- Coco suena a francés.
- Ya sabes que al tío le encanta Francia.
- Sí.
El hermano mayor cogió al pequeño de la mano y empezaron a andar hacia la salida del colegio.
- Greg. ¿Puedes...?
- Tranquilo, no le cuento nada a mamá.
- ¡Gracias! Te quiero.
- Y yo a ti, rubito.
6 de Mayo, 2001 - 10:36AM
- Mamá. Mamá. Mamá. Mamá... Mamá, hazme caso.
Coco empezaba a ponerse nerviosa.
- Mamá, mamá, mamá, mamá, mamá, mamá, mamá, mamá.
Ya se había cansado. La niña se pegó aún más a su madre y empezó a tirar de su jersey.
- ¡Mamáaa!
- ¡¿Qué quieres?!
- ¡Mamá!
- ¡Qué!
- ¿A qué hora llegan Niall y Greg?
- Es la quinta vez que me lo preguntas en menos de una hora.
- ¡Y no me respondes! ¿A qué hora llegan?
- No lo sé.
- ¿Cuando?
- ¡No lo sé!
- ¿Pero a qué hora?
- ¡Ahora llegarán!
- Vale.
La madre siguió batiendo el contenido del bol.
- Mamá.
- Qué.
- Me aburro. ¿Vamos fuera a jugar?
- Tengo que terminar tu tarta de cumpleaños, princesa.
- ¡Pero yo quiero jugar!
- ¿Jugar o tarta?
- ¿De chocolate?
- Y fresa.
- Pues tarta.
- Vale. Si te aburres, ve a terminar de hacer las cajas de tu habitación.
- ¡Pero yo no quiero ir a París!
- Ya verás, Francia te encantará. En nada te acostumbrarás.
- Echaré de menos jugar con Niall.
- Cariño, Niall ya tiene ocho años.
Coco estaba a punto de llorar.
- Él ya vendrá de vacaciones, ¿vale? -suspiró la madre.
- Nunca se es demasiado mayor para jugar.
- ¿Cómo que no?
- ¡No! Yo nunca me cansaré de jugar. ¡Te lo juro!
- Te creo, te creo.
- ¡Te lo demostraré!
- Que no, que ya te creo.
- Pero lo haré.
Justo en ese instante, el timbre de la casa sonó.
- ¡Son ellos! -gritó la pequeña, corriendo hacia la puerta de la casa- ¡Son ellos, son ellos, son ellos!
6 de Mayo, 2007 - 5:12PM
París, Francia
- ¡Coco! Vuelve aquí, que vamos a sacar la tarta.
La chica rubia no hizo caso. Se quedó mirando por la ventana.
Sin duda, tenían unas vistas muy bonitas desde casa. Se veía la Torre Eiffel, no muy cerca pero tampoco muy lejos, con los jardines verdes delante.
Pero Coco no pensaba en la Torre Eiffel o los edificios de su ciudad. Pensaba en otra cosa.
Hoy hacía 10 años, y su familia no estaba ahí con ella para celebrarlo. Tenía a sus padres y su hermana pequeña, Ruth, desde luego, pero a quien echaba de menos ella era a sus primos. A Niall y Greg. Habían pasado cinco años desde que celebró su quinto cumpleaños con ellos, y le hubiera encantado que hubieran estado con ella en su décimo cumpleaños. Pero ella estaba en París, y ellos en Mullingar. Los echaba de menos.
- ¡Coco!
- Sí, sí. Voy.
La cumpleañera se sentó en la mesa, junto a sus dos mejores amigas.
Su padre entró en el salón con una tarta de tres chocolates, mientras que su madre, su hermana y sus amigas le cantaban el 'cumpleaños feliz'.
- ¡Vamos, pide un deseo y sopla las velas!
Coco cierra los ojos.
- ¡Vamos!
- ¡Dejadme pensar!
Finalmente, se pensó el deseo y sopló las velas.
Todos aplaudieron y ella sonrió.
- ¡Ojalá se cumpla pronto! -le desearon todos a la vez.
Y no ocurriría. Coco había deseado que Niall hubiera estado con ella en su décimo cumpleaños.
- ¿Coco?
- ¿Eh?
- ¿Todo bien?
- Sí, sí.
- Tenemos una sorpresa para ti -le sonrió su madre, y le alargó una caja.
Ella lo abrió, impaciente.
- ¿Nokia? ¿Qué es esto?
- Un teléfono. Para que puedas hablar con tus primos cuando quieras.
- ¿¡En serio?! -chilló, abriendo la caja ferozmente y encendiendo el aparato de color rojo.
- ¿Te gusta?
- Yo...
Y, en ese momento, el móvil empezó a sonar.
- Vamos, ¡cógelo! -dijo una de sus amigas.
Coco apretó el botón verde y se puso el aparato en la oreja.
- ¿Sí?
- ¡PRIMA!
- ¡NIALL!
- ¡Felicidades!
- Oh, Dios mío, ¡gracias!
- ¿Qué tal por Francia?
- Pues...
6 de Mayo, 2012 - 11AM
- Cumpleaños feliz... Cumpleaños feliz. Te deseamos todos, ¡cumpleaños feliz!
- ¿Mamá? -remugó Coco, sin levantar la cabeza del cojín.
- No, subnormal. Somos nosotras -dijo Liz.
- ¡Y es tu cumpleaños! -añadió Julie.
- Oh, es verdad. Gracias... Supongo. ¿Cuántos hago?
- Quince.
- Oh, entonces hoy me hago las mechas rosas.
- ¡Sí!
Coco se incorporó, se puso bien el pelo con la mano y sonrió levemente.
- Dios, me duele un montón la cabeza. ¿Qué hicimos anoche?
Liz y Julie se rieron.
- ¿En serio no te acuerdas? -preguntó Julie.
- Pues... No.
- ¿De nada? -agregó Liz.
- ¡No! ¿Qué pasó?
- Entre de muchas otras cosas -explicó Liz, la pelirroja-, te liaste con Dan.
- ¿Con Dan? ¿Con el Dan de clase? -exclamó Coco, horrorizada.
- Sí -se rieron las otras dos.
- Dios mío...
- Gran forma de celebrar los quince, ¿eh?
- Pues ya ves. ¿Y mis regalos?
- ¿Perdona? -se hizo la ofenfida la morena.
- Quiero mis regalos.
- No hay forma de engañarte, eh... -dijo Liz, y le tiró una cajita pequeña.
- ¿Qué es?
- Ábrelo. Es regalo conjunto nuestro y de tus padres.
- Uy.
Era una cajita muy pequeña, que entraba perfectamente en la palma de la mano.
Coco deshizo el lacito, para encontrarse...
- ¿Unas llaves?
- Sí -contestaron las dos amigas a la vez.
- ¿Y qué abren?
- Un piso. Un piso de 75m2 a cinco minutos a pie de la Universidad.
Coco se quedó sin palabras.
- ¿Y vamos a...
- ¡Sí!
- ...vivir juntas...
- ¡Sí!
- ...todas tres?
- ¡SÍ!
Las tres amigas se pusieron a chillar.
- Bueno -las paró la rubia, haciendo un señal con la mano-. ¡Primero las mechas rosas!
6 de Mayo, 2013 - 7:36AM
Londres, Inglaterra
Coco se levantó y abrió la ventana de su piso.
Sí, su piso. Se lo había regalado Niall para que pudiera quedarse en Londres, ya que él y Andrew habían vuelto a Mullingar, dónde habían comprado una casa para empezarse a preparar para la llegada de su primer hijo.
Cogió su móvil de encima la mesa y llamó a su primo.
- ¡Coco!
- ¡Niall!
- ¡Felicidades!
- Gracias, ay. ¿Qué tal por Mullingar?
- Bien. Me pone nervioso saber que sólo nos quedan tres meses para prepararnos. Entonces... Mi vida cambiará por completo.
- Me lo imagino -sonrió.
- ¿Estás sonriendo?
- ¡No!
- ¡Síii lo haces!
- ¡Pero si no me estás viendo!
- Pero te conozco, prima. Por cierto, tienes una sorpresa detrás tuyo.
- ¿Detrás? ¿Dónde? -dijo ella, dándose la vuelta.
- Encima de la lámpara.
Efectivamente, había un sobre encima de la lámpara.
- ¿Pero cómo demonios has...?
Pero Niall ya había colgado.
Coco, confusa, se acercó a la lámpara y cogió el sobre. Lo abrió.
"Feliz 16 cumpleaños, hadita. Espero que te guste el piso y te lo estés pasando bien...
Aquí te dejo un par de regalos, aunque me daría dártelos en persona.
Primero está este billete de cien libras. Quiero que te lo gastes. Es una orden. Invita a todo el mundo a desayunar o lo que sea, pero quiero que te lo gastes.
Lo segundo, cómo puedes ver, son unas llaves. Junto a ellas te he ajuntado unas fotos de tres salas, una de blanca, otra roja y otra negra. Bien, eso es un piso en el medio de Londres, y es tuyo. Quiero que ahí pintes, montes fiestas o hagas lo que quieras. Para que sea tu refugio, tu mundo. ¿Sí? Es tuyo. También te he ayuntado un papel con la dirección.
Sé que te prometí que estaría ahí para ti, pero ahora voy a formar mi propia familia, y debo estar para ellos.
Espero que lo comprendas.
Pues eso. Buenos días, que disfrutes de tus 16, te quiero enana, muchísimo. No lo olvides.
Un beso,
Tu primo Niall.
PD: Te queda muy bien tu rubio natural otra vez."
Subscriure's a:
Comentaris (Atom)